Resumen de la temporada del Oviedo: Una temporada mágica

El Real Oviedo cierra una temporada 10. Allá por julio de 2014, el equipo carbayón comenzaba la pretemporada más ilusionante de los últimos años. Fichajes como Esteban, Linares, Héctor Font, Generelo o Borja Valle hicieron soñar a una afición que estuvo volcada con su equipo desde el primer momento.

La temporada comenzó en los despachos. La dirección deportiva buscó traer un fichaje que ilusionase a la afición, y eso no supuso un gran problema. El hombre elegido no puso impedimento alguno y aterrizó con la mayor de sus ilusiones en la capital asturiana. Se trató de Esteban. El ex del Almería abandonaba al conjunto andaluz dejándolo en Primera División y volvía al equipo de sus amores. Desde el primer momento demostró su profesionalidad, compañerismo y, sobre todo, el corazón oviedista que tiene, sin olvidar su tremenda calidad debajo de los palos.


Tras Esteban llegaron jugadores que hicieron que la afición se ilusionase aún más. Jugadores que venían desde Primera o Segunda. Así pues, llegaron Héctor Font, genérelo y Jonathan Vila desde Primera. Desde Seguna llegaron Dani Bautista, Sergio Sánchez, el joven Magunazelaia, Omgba y la gran atracción, el goleador Miguel Linares. Ninguno de ellos defraudó a lo largo de la temporada.
Por el contrario, se le dio la baja a trece jugadores que habían formado parte del conjunto oviedista en la campaña 2013-2014 al no lograr el objetivo del ascenso. Robles dejó de ser entrenador del primer equipo para centrarse en el fútbol base. En cuanto a jugadores, se fueron Orlando Quintana, Pol, Pardo, Álvaro Cuello, Javi Hernández, David Alba, Sergio Díaz, Sergio Rodríguez, Iván Rubio, Héctor Simón, Salva Rivas, Annunziata y Alain.

En cuanto al banquillo llegó Sergio Egea, que no era la primera opción. Finalmente, y por motivos extradeportivos, el club se quedó con el argentino.
Uno de los aspectos más sorprendentes fue el número de jugadores que poseía la primera plantilla. Se quiso contar con una plantilla corta para poder así tener a todo el mundo motivado y con ganas de jugar.

El periodo agosto-diciembre fue espectacular para el equipo oviedista. En el debut liguero, en el Carlos Tartiere se ganó al filial sportinguista por tres goles a uno. El equipo mostró un buen juego y la afición empezó a pensar que este año sí, que esta temporada era la del regreso al fútbol profesional. Mediada la primera vuelta, el equipo de SergioEgea se colocó líder, y no abandonaría esa posición en todo el año. El máximo rival de los azules por el liderato, a priori, era el Real Murcia. Pese a ello, los oviedistas humillaron a los murcianos en el Carlos Tartiere por 4-1, con un Linares estelar, anotando tres de los cuatro goles de su equipo.


Entrados ya en el mes de enero se abrió el mercado de fichajes invernal. El equipo de Sergio Egea incorporó para la fase final de la temporada a Redondo y Dioni. También en este período de traspasos se iba Josep Señé.

Tras el parón navideño, el conjunto azul no bajó el pie del acelerador. La solidez defensiva y la facilidad para hacer gol permitieron que el Oviedo dejase al Murcia cada vez más lejos. Dehecho, el partido que disputaron en La Nueva Condomina pudo haber dado más de media liga a los azules a falta de siete jornadas, pero el empate a cero privó al equipo de Egea de sentenciar el liderato. A pesar de ello no había problemas, ya que aún había ocho puntos de distancia entre ambos, que llegaron a ser once.

La recta final de la temporada fue muy floja. Un empate del Real Murcia ante el Real Avilés, y posteriormente, otro empate del Oviedo ante el Compostela dio el liderato de grupo a los azules. Llegaba el momento de la verdad, llegaba el playoff de ascenso.

El sorteo de los playoffs de ascenso quiso enfrentar a dos históricos. Oviedo y Cádiz se jugarían una plaza en Segunda División.
El partido de ida se disputaría en el feudo oviedista. Los gaditanos se adelantaron en el marcador al borde del descanso con un gol de Jona, pero Diego Cervero igualaría el choque en el minto 81. Todo quedaba para solucionarse en Cádiz.

En tierras andaluzas el Oviedo consiguió el regreso. Consiguió volver. Consiguió que miles de aficionados oviedistas se uniesen por una misma pasión: el Real Oviedo. En dicho partido, corría el minuto 52 cuando una combinación por la banda entre linares y Borja valle acabaría en un saque de esquina. Un simple saque de esquina que será recordado por siempre entre el oviedismo. Susaeta ejecutó el córner al segundo palo, y ahí estaba la cabeza de David Fernández. El testarazo del defensa valió, minutos después el ascenso oviedista. Eran las 19:51 h cuando el colegiado del encuentro decretaba el final. El oviedismo estalló y el objetivo estaba cumplido.


Pero la temporada no acababa ahí. Aún había que jugarse el famoso “Campeón de Campeones” ante el Nástic. En el partido de ida, el conjunto oviedista cayó derrotado por 2-1, con golazo de Sergio García incluido. La vuelta, ya en el Tartiere, fue una fiesta total. El Oviedo venció por 3-0 con doblete de Linares y otro de Cervero. La afición se mostró más que satisfecha y la comunión equipo-grada fue total.

El próximo año espera la Liga Adelante, pero este equipo quiere seguir soñando, y el objetivo de lograr la ansiada vuelta a Primera División parece más cerca. Eso sí, lo primero será lograr la salvación.

La Copa de S.M. el Rey: El sueño acabó rápido.
La Copa de S.M. el Rey no trajo suerte al Oviedo. Se superaron todas las fases previas antes de verse las caras con un equipo de Primera y europeo. En las rondas previas, el equipo oviedista venció al Amorebieta (4-0) en 1ª Ronda. La 2ª Ronda la pasó exento. En la 3ª y última Ronda, el club asturiano venció al UCAM Murcia (1-0) con gol de Linares.
Tras pasar la “fase previa” tocaba jugar ante un equipo de Primera y europeo. El rival fue la Real Sociedad. En el carlos tartiere, el partido acabó 0-0, pero en Anoeta, el club vasco venció por 2-0 con un doblete de Finnbogason.

El once
El esquema mostrado por el equipo oviedista en los terrenos de juego apenas variaba conforme iban pasando los partidos. Los jugadores que Egea utilizaba tampoco cambiaban demasiado. Se apostó desde el principio por un 4-4-1-1 con: Esteban en la portería; una línea de cuatro formada por nacho López y Dani Bautista en los laterales, acompañados por David Fernández y Jonathan Vila en el centro de la zaga; en el centro del campo se encontraban Jon Erice y Generelo, pero la lesión de este último permitió la entrada al once de Omgba; Susaeta y Borja Valle, que tras su lesión vio como Eneko y Sergio García se disputaban su puesto, fueron los dos interiores; en el enganche se encontraba Héctor Font y arriba Miguel Linares. El delantero oviedista fue el máximo goleador de toda la categoría con 28 tantos, a los que les hay que sumar el doblete conseguido ante el Nástic.



@javimorcin

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