Un
penalti injusto da la victoria a los catalanes ante el Real Oviedo, que mereció
llevarse, al menos, el empate
Un penalti injusto permitió al Nástic alzarse con la
victoria en el partido de ida de la eliminatoria que enfrenta a los dos recién
ascendidos a Segunda División. La eliminatoria se corresponde con lo que se
llama “el campeón de campeones”, es decir, los dos primeros de grupo que hayan
pasado sus respectivas eliminatorias de ascenso a Segunda División, se
enfrentan para determinar quién será el campeón absoluto de la categoría. A
este partido acceden, en resumen, los dos primeros de grupo que asciendan a
Segunda División en la primera eliminatoria.
El partido de ida de esta eliminatoria dio la victoria al
equipo local, el Nástic de Tarragona, que tras un penalti injusto, ya que la
infracción cometida por Omgba es claramente fuera del área, se llevó el
encuentro por dos tantos a uno.
Cuando mejor se encontraba el Oviedo sobre el césped,
llego esta acción, que acabó por ser clave en el partido.
El colegiado del encuentro, Usón Rosel, señaló la pena
máxima en una acción entre Omgba y Lago Junior que acabó transformando Marcos
desde los once metros.
El partido estuvo marcado por un ritmo lento y pausado,
consecuencia del excesivo calor que hizo ayer por la mañana en tierras
catalanas. Se jugó en torno a los treinta grados. Pero, a pesar del calor, quedó reflejado que
ambos equipos no mostraron su mejor versión no solo por el clima, sino también
porque consideran que esta eliminatoria sobra. Los dos han cumplido sus dos
objetivos, el ascenso, por tanto, los dos ya han hecho sus deberes.
En relación a lo deportivo, Sergio Egea sacó un equipo
completamente renovado. De los once futbolistas que lograron el pasado domingo
el ascenso en el Carranza, tan solo Borja Valle repitió titularidad. El resto
fueron todo caras nuevas. Este partido conllevó el debut de Gorka, portero suplente
de los azules, y de Allyson, que no jugaba con el primer equipo desde el mes de
enero, en la visita de los azules al campo del Burgos.
Vicente Moreno, técnico del Nástic, también introdujo
cambios en su once. Hasta cinco jugadores de los que ascendieron ante el Huesca
el pasado domingo se quedaron fuera del once.
Con todos estos alicientes dio comienzo el partido. El
Oviedo salió mejor al campo, presionando muy arriba a los catalanes y moviendo
muy bien el balón cuando lo tenían en sus pies, ya que el conjunto catalán no
mostró una intensidad muy alta.
A pesar de tener el balón, al Oviedo le faltó profundidad
en los últimos metros para crear situaciones claras de gol. Del lado contrario,
el Nástic se sentía cómodo sobre el campo, evitando riesgos innecesarios que
pudiesen alterar el marcador en su contra.
Los dos equipos sabían que cualquier jugada podía
decantar la balanza de un lado u otro. Sin apenas intensidad, ya que en la
primera mitad tan solo se cometieron tres faltas, el ritmo del partido fue
bajando lentamente.
A pesar de ello, el Nástic se adelantaría en el minuto
diecisiete de la primera mitad, algo que parecía impensable. Un centro desde la
izquierda de David Rocha fue cabeceado por Lago Junior desde la frontal. El
remate sorprendió a Gorka, que se encontraba muy adelantado y no pudo hacer
nada por evitar el primero de los catalanes.
El gol no cambió lo visto hasta el momento en el partido.
El Oviedo siguió teniendo el balón, pero sin apenas crear ocasiones de peligro.
Omgba probó suerte en el minuto veinte cuatro, pero su lanzamiento se marchó
muy desviado. Fue el único disparo del Oviedo antes del gol de Sergio García al
borde del descanso. Y no fue un gol, fue un golazo. En el minuto cuarenta y
cuatro de la primera mitad, el zamorano controló el balón en la parte
izquierda, levantó la cabeza y soltó el latigazo que se coló por la escuadra
izquierda de la portería de Tomeu. El Oviedo conseguía el empate antes del
descanso de forma merecida, ya que estaba siendo superior.
El gol de Sergio García recordó a una acción del propio
futbolista carbayón ante el Cádiz en el Tartiere, con la salvedad de que en ese
partido entre Aulestia y el palo evitaron el gol.
Con empate a uno llegábamos al descanso, con la sensación
de haber visto, por lo menos, un golazo, ya que el fútbol no estuvo presente en
los primeros cuarenta y cinco minutos.
La segunda mitad comenzó con una doble ocasión para el
equipo de la capital del Principado. La primera de ellas la protagonizó Dioni.
El jugador azul mandó al poste un disparo cruzado tras un gran pase de Sergio
García. La segunda la tuvo Cervero, que a raíz del rechace del poste, conectó
un disparo que detuvo Tomeu.
El Oviedo seguía teniendo el balón, pero en esta segunda mitad
sabía que hacer con él cuando llegaba alas zonas de peligro. El Nástic, por su
parte, era bastante previsible con el balón en sus piesy le costaba grandes
esfuerzos llegar al área oviedista.
Pese al dominio del Oviedo, los locales de volvieron a
adelantar en el marcador. Era la primera oportunidad que generaban en la
segunda mitad, oportunidad que tardó veinte minutos en llegar, pero que cuando
llegó acabó con el premio del gol. Lago Junior se llevó el balón por la banda y
Omgba le derribó cometiendo falta. Falta que, claramente, se había producido
fuera del área. A pesar de esto, el colegiado señaló penalti. Marcos no perdonó
desde los once metros, y engañó a Gorka a la perfección para adelantar a su
equipo en el minuto sesenta y cinco.
A partir del gol, el Nástic se vino arriba y disputó los
mejores minutos del encuentro. Pese a ello, el Oviedo agunató bien y consiguió
no encajar más goles. Tuvo la opción de marcar el cuadro de Egea en un disparo
de Redondo que desvió con el pecho Tomeu. A raíz de esa ocasión el partido no
tuvo más situaciones de peligro para ninguno de los dos equipos.
En el tramo final del partido, el Nástic buscó el dominio
de la posesión del balón, dejando que los minutos pasasen. A pesar de ello, el
Oviedo cada vez que tenía el balón buscaba jugar de forma directa, sin obtener
premio alguno. El partido llegó a su fin, con la sensación de que el Oviedo
mereció algo más, pero finalmente fue el Nástic el que se llevó el encuentro.
El miércoles a las ocho y media de la tarde se disputará
la vuelta en el Carlos Tartiere. El Nástic va a Oviedo con una pequeña ventaja
que le permite, a día de hoy, alzarse con el título de esta Segunda División “B”.
Alineaciones:
Nástic
de Tarragona: Tomeu, Xisco Campos, Ferrán Giner, Xavi
Molina, Pol Bueso, Marc Martínez, Lago Junior, David Rocha, Marcos, Xisco
Muñoz, Luismi.
Entrenador:
Vicente Moreno.
Real
Oviedo: Gorka Magunazelaia,
Diegui, Charlie, Sergio Sánchez, Redondo, Omgba, Sergio García, Dioni, Allyson,
Borja Valle, Diego Cervero.
Entrenador: Sergio
Egea.
Cambios: Cristóbal (Xisco Muñoz
min.57); Christian Rivera (Borja Valle min.60); Bautista (Allyson min.65);
Gerard (Luismi min.68); Azcorra (Marc Martínez min.74); Emilio (Omgba min.79).
Goles: 1-0 min.17 Lago
Junior; 1-1 min.44 Sergio García; 2-1 min.65 Marcos (pen.).
Árbitro: Usón Rosel, comité
andaluz. Amonestó al local Xisco Campos. Por parte del Real Oviedo amonestó a
Dani Bautista.
Incidencias: Partido de
ida correspondiente a la eliminatria que decidirá quién va a ser el campeón de
la Segunda División “B”. El encuentro se disputó en el Nou Estadi ante 3.552
espectadores, con presencia de unos 300 oviedistas.
@javimorcin
@javimorcin
No hay comentarios:
Publicar un comentario